Notarás o lo harás más tarde o dentro de un rato cuando despiertes, que hay dos llamadas perdidas mías más o menos con una distancia de 5 o 6 minutos hace casi dos horas. Nada grave, sólo que, mientras escuché el primer o segundo sonido decidí que no, que era al pedo llamarte y despertarte parta contarte dos o tres cosas que pasaron anoche, en el cumnpleaños de Pina, adónde fui con #Andrés y su ahora pareja #Luciano porque, tanto uno como el otro, ya lo sabemos, le deben bastante a esa hija de puta que les sacó más de diez años de guita con el verso del psicodrama y todas esas pavadas que, te acordarás, asistimos como espectadores hace más o menos uno o dos meses antes que, mirá de lo que me acuerdo, matarán a Ferreyra y a la semana muriera Néstor. Y te juro que lo hice dos veces porque, después del 'primer intyento, me llené de odio pensando en las 5 horas que estuve en ese cumpleaños escuchándola a ella y a todos casi, incluídos Andrés y Luciano, que es muy beneficioso que, ahora, nosotros, ustedes dijo Pina, puedan hablar tan libremenmte de cómo chupaban pijas a cualquiera en cualquiera lado porque eso, de alguna manera abri´{o camino a que ahora, ella, o sea, las mujeres pudieran hacerlo sin tapujos ni miedo a que los hombres la rotulen de putan. Y decí que había #Ruttini y me bajé casi una botella entera porque la forma que estos putos de Andrés y Luciano asenteníancon la cabeza mientras esta vieja, que tiene peluca por la quimio, decía semejante pelotudez. aunque ya te estoy escuchando decirme que esos dosputos de Acrés y Luciano ya no son lo que eran, y que preocuparse por estos puitos normalizados no valela pena, te juro que aguanté porque Luciano se compró un Fiat no sé cuánto y me trajo a casa a eso de las 5 y media;pero como estaba mamada y caliente, y enojada, #Franco, por fin me decidí y le dí 10 mil pesos al del kiosco de San Luis pasando Maipú y le así, intrépida como en ]#Búnker, le dije que ocne sa cara debía tener leche espesa y que si me dejaba probarla. Ni mú dijo y ya estaba arrodillado en el mostrador con ese pijón del paraguayo que largó tanta leche que me manché el saco pero no pienso lavarlo. En fin. Está lloviendo, no sé si voy a la marcha, 49 años, ya estoy harta. Besos.