Espero que toda esta época se la tome en la historia venidera que contará este ahora como una especie de ocasión que nos llevará hacia otra cuestión y no como una conmoción que nos perturbará aun más de lo que ya me siento yo hoy, ahora, porque en realidad me di cuenta que hace años que no hablamos por teléfono como lo hacíamos cuando promediaba la primera o la segunda temporada de “24”, o más atrás, pero se me puso indomable la cabeza con esto y por eso te estoy grabando este audio para que lo escuches cuanbdo te despiertes, o no, quizás estás despierto y lo verás llegar pero decidirás que lo escucharás al despertar si es que podés dormirte y no estás como yo ahora, así, indolente, sin poder pegar un ojo y con casi 5 miligramos de clonazepam, de la marca que me consiguió #Iván, el ex de #Marcelo, que desde hace unos años trabaja como médico en el Pami de Olivé y hace unos días me lo encontré de casualidad cuando le fuia buscar unos resultados a mi vieja y no dudé, después de unos minutos largos en pedirle pastillas porque, como recordarás, #Iván es buen pibe y siempre lo fue, y no sólo me dio clonazepam, sino también dos o tres blister de tramadol y varios de paracetamol. Debería hacerte un silencio en este preciso momento porque, desdeñosamente, no me acuerdo ahora por qué te estoy grabando este audio más allá de la cuestión del teléfono aunque me parece que tiene que ver con #FrancoExacto, y fijate que lo sigo llamando así porque, me acordé, me contó #Iván que ronda como él en ese mundo que es tuiter o equis o como sea que se llame ahora, no importa porque lo que sí, fijate que me acordé, me contó #Iván que se lo intentó levantar, como #Iván es activo, fuera a su casa en #VillaDiego y se empome al novio, que, parece, me contó #Iván, no tiene más de 15 años. A zancadas no sé cómo nos salvamos vos y yo del HIV pienso ahora. Te dejo un beso.