Desaparecer pero no morirse. Tratar de dejar a resguardo el material. No dejar que se pierda o estropee. Fácil escribirlo pero difícil planearlo. Lo que no habría qué hacer; ni cómo no, ni dónde no desaparecería. El ser humano siempre puede ser un peligro. Pensar al contrario es una liviana forma de tomar coraje. Pero, podrían suceder ambas cosas. Estar al desamparo debo querer decir con desaparecer. Aun así, contenerme. Afuera, alboroto, complexiones, irritantes rumores. La puerta se abre. Ilusiones rotas Ojalá esto no lo interpretes como un disparo de arrogancia de parte mía. Hago eso. Pero también hago más. Soy como vos decías que teníamos que ser. No, sí, perdón: como vos decías que debíamos ser acá, allá en realidad, donde aun estamos. Abriste todo sin querer. Perdón, pero podrías haber abierto todo aun sin querer si no fuera porque vos, cuando fue que hubieras podido, te dejaste cegar por la suma de datos, tan de golpe como auténticos. Te encegueciste: eso pienso ahora. Pero también sigo pensando lo otro, aunque ninguna de estas dos cuestiones, ni a vos ni a mi, nos excluye, llegado el caso, de ser tan hijos de puta como han de ser los otros. Todos hubiéramos podido, en realidad. Sólo que a cada uno, por lo que haya sido, sea, fuese o no, le faltaba y le falta algún detalle. Algo, una secuencia, un nombre más. A todos menos a vos. A vos se te fue dado ese dato. Y una sola vez. Pero desististe. No, sí, perdón: no hiciste eso. Ni te negaste, ni te fuiste apartando, ni alejando siquiera: te fuiste disipando.Desaparecer pero no morirse. Tratar de dejar a resguardo el material. No dejar que se pierda o estropee. Fácil escribirlo pero difícil planearlo. Lo que no habría qué hacer; ni cómo no, ni dónde no desaparecería. El ser humano siempre puede ser un peligro. Pensar al contrario es una liviana forma de tomar coraje. Pero, podrían suceder ambas cosas. Estar al desamparo debo querer decir con desaparecer. Aun así, contenerme. Afuera, alboroto, complexiones, irritantes rumores. La puerta se abre. Ilusiones rotas Ojalá esto no lo interpretes como un disparo de arrogancia de parte mía. Hago eso. Pero también hago más. Soy como vos decías que teníamos que ser. No, sí, perdón: como vos decías que debíamos ser acá, allá en realidad, donde aun estamos. Abriste todo sin querer. Perdón, pero podrías haber abierto todo aun sin querer si no fuera porque vos, cuando fue que hubieras podido, te dejaste cegar por la suma de datos, tan de golpe como auténticos. Te encegueciste: eso pienso ahora. Pero también sigo pensando lo otro, aunque ninguna de estas dos cuestiones, ni a vos ni a mi, nos excluye, llegado el caso, de ser tan hijos de puta como han de ser los otros. Todos hubiéramos podido, en realidad. Sólo que a cada uno, por lo que haya sido, sea, fuese o no, le faltaba y le falta algún detalle. Algo, una secuencia, un nombre más. A todos menos a vos. A vos se te fue dado ese dato. Y una sola vez. Pero desististe. No, sí, perdón: no hiciste eso. Ni te negaste, ni te fuiste apartando, ni alejando siquiera: te fuiste disipando.
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Comentarios
Publicar un comentario