Desdeñoso y perturbado, en varias ocasiones lo vi con moretones venidos de trifulcas callejeras. No podía discernir, no tenía freno; pero hace sombra como hombre fuerte. Esto encanta. Y yo, a la manera de un mostrador, tratando así de alcanzar el menor y el más mínimo de los detalles en cuanto a lo que refiérase a trasmutación, el momento lineal de tiempo en cuestión, ése, ése donde la reverberancia deja el ruido y se hace sonido y melodía, deja la creencia y se encarna la sapiencia, ahí, hay que acceder con el “yo supremo” digamos, el que me forja, me forjó y me forjará a “saber” que la, valga la redundancia, sabiduría hiperbórea te enfrenta al principio con tu propia desnudez, sabiendo cuánto podés crear y no crear, cuán devoto a eso podés ser vos en tu “yo supremo”. Es un rezo, o un conjuro. Lo uso a veces, con muchachos como él, a quienes comienzo a escuchar sólo cuando pude lamer su pecho. Esto lo hice mientras recé
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Comentarios
Publicar un comentario