La entrada estreno de 2024
Hablo en sueños. Es me dice él que hago. No entiende qué digo, pero dice que algo digo, que no murmuro ni me quejo, sino que hablo. Yo lo dejo hablar, siempre, de mí y de todo lo que se le ocurriese. Se lo permito ocasionalmente. Es posible tal cosa. No me explayaré sobre él. Ni cómo. A veces, duele. A veces, desgarra. Pero hace gozar las más de las veces, como es desinsimismarse con refulgencias y sapiencias. Es un escape, en realidad; o algo allende, que fortifica y liga. Hasta no hace mucho, #YairRucci, solía manifestar tal lucidez que me contagiaba. Todas sus frases eran preguntas -esto fue al principio. Mentía mal. Era humectante. Se hacía el dulzón. Costaba creerle. Era fuerte pero apagado. Una se animaba al barro como hábitat con él. Varias se ahogaron. Su cuerpo le obedecía conforme le daba chances. Como el de todos en realidad. El infortunio del ser físico aunque a el jamás le preocuparon los todos. Venimos de lo indemostrable. Esto fascina. Como alterar el flujo normal de las cosas. Cada uno a su manera. Era embustero, dañino, sombrío, paranoico, provocador, como todo indócil pendejo compujido.
Comentarios
Publicar un comentario