Las vaginas son muy raras. La frase que Florencio decía y repetía cada dos por tres cuando me visitaba. Siempre la cita mi memoria, no tanto por su significado posible, sino porque nucn pensé que esos muchacos la llamaban así a la concha de una mujer. Nunca me respondió a todos mis por qué cada vez que la decía. No creo que supiera el por qué. No creo que haya habido un por qué. Mentía mal. Se hacía el dulzón. Costaba creerle.
Comentarios
Publicar un comentario