“La razón envidiosa puede ejecutar todo lo que, por poco o por mucho, bastardos del mundo, nos ilumina sin la ceguera que representa la luz. Aplasta a los idiotas que juegan e incluso a aquellos que, mientras juegan, fingen ser más que el propio juego. De hecho, Dios es cruel. Es como si el mecanismo fuera siempre más que aceptable en términos de desarrollo y posibilidades pero no en términos del objetivo. El objetivo es a veces sólo la excusa del mecanismo. Uno ve cualquier cosa en cualquiera, y en cualquiera uno se ve a sí mismo. Matar y resucitar enciende algo”.


Comentarios

Entradas populares