Aunque los hechos después se sometieron a inercias que relativizaron los detalles y los sucederes, dos horas antes de ir, el por llamarlo así “chongo convocado” escuchó que otro por decir chongo más experto le decía: “Alguien que nos haga sentir menos locos fue lo que dijo el puto cuando te vio. Yo no sé qué posición adoptan esta clase de putos viejos cuando te ven así como sos vos o aparentás serlo disculpame que te lo diga así, pero siempre hay un peligro de parte del receptor de la mirada que, dijo el puto, por algún porvenir ya pasado, no pueden serte disidente en cuanto a lo que vos pidas. Podés pedirlo entero al puto si se te ocurre así y si sos dado, ya lo sabés, te dan hasta su verdad. Una contrapartida, una garantía, una impostura o algo salvaje es lo que tenés que hacer. El puto te vio fatal como quien dice y yo me quedé callado, sonriendo para adentro sabiendo quién sos vos y cómo con tan poco la utopía de estos viejos putos se hace irrevocable por el sólo hecho de ser vos, para ellos, una instancia de su presente. Una providencia dijo el viejo puto que vio en vos, algo que se aviene a ser dijo, como una temprana exigencia de soberano, la diferencia entre el sustento y la repetición dijo que vio cuando te vio, algo que al abordarte sujeta todo lo permanente que hay en el otro, en el puto este digo, que a pesar de no saber, dijo, qué cosa tenés que hacer vos con aquello o eso que sujetás, lo quieto viene de golpe introduciendo una ruptura que acontece inocente y espantosamente dentro suyo, dijo, fragmentando así su finitud. Este puto quiere saña como verás, pero las más de las veces esta clase de putos son solidarios cuando tiene sentido serlo. El problema te diría si es que querés ir adonde me dijo que te dijera que invitado estabas es un secreto para mí. No sé cómo pero habrá un desplazamiento tuyo o del viejo puto hacia una zona que ninguno de los dos querrá transitar o, lo que es peor, no se querrá cuando ya se la esté transitando. Acá, supongo yo, es cuando los matan tan fuleramente a estos putos. El viejo puto, en esa solicitud de hastío y abandono tentador e irresistible que tenés, habilitará una liberación que desencadenará en vos eso que llevás ahí y que nunca designás. Será todo impronunciable, desordenado y malicioso entonces. Mientras tanto vos lo cabalgarás hasta desbocarlo y mutilarle el presente suyo, sin sanciones ni encierro. Ya te dije que esta clase de putos son solidarios cuando tiene sentido serlo, y tal cual el viejo puto me dijo que quiere que suceda sucederá, si vos aceptás ir”.